24-27/04/2014 Las prácticas de Capitán de Yate

Hace un par de semanas por fin pude hacer las prácticas de C.Y.

Empecé el jueves, a las 16:00, y como era el único C.Y. estaba yo solo con Alfonso el profesor o patrón, un tío muy majo, vecino de Cubelles.

El barco era el Mariona, un Bavaria 41:

Empezamos con el manejo del sextante, me enseñó como calibrarlo:

Luego calculamos la hora de inicio y fin del crepúsculo, y con el horario de Aries, entramos en las tablas americanas para seleccionar tres estrellas para tomar las rectas de altura.

Pasadas las 19:00 salimos a navegar un rato.

Poco a poco el cielo se fue nublando, y a la hora del crepúsculo las nubes cubrían el firmamento, por lo que nos fue imposible tomar ninguna recta de altura a un algún astro.

Pero por lo menos pudimos disfrutar de un buen rato navegando a vela.

Al día siguiente volvimos a quedar a las 16:00h Esta vez se nos unieron el resto de alumnos de P.Y. y salimos a navegar un rato rumbo a Masnou. Mientras los alumnos de P.Y. tomaban demoras simultaneas y ángulos horizontales, nosotros volvimos a repetir los cálculos de hora de inicio y fin del crepúsculo y horario de Aries y volvimos a las tablas americanas a seleccionar los astros a observar.

Antes de la hora del crepúsculo llegamos a Masnou, y nos esperamos un poco a que empezara el crepúsculo para tomar las rectas de altura. Al final conseguimos tomar dos de las 3 rectas de altura... tampoco hubo suerte. Al final desistimos y entramos al puerto de Masnou a cenar una Pizza. 

De camino de vuelta Alfonso les comentó a los alumnos de P.Y. si se apuntaban a hacer una travesía el sábado y pernoctar en el barco, y al final se apuntaron todos.

El sábado quedamos sobre las 11:00, cada uno trajo algo de comida y bebida, cargamos el barco con los víveres, llenamos el tanque de gasoil y zarpamos rumbo la Costa Brava.

Teníamos un buen viento de aleta que nos empujaba a mas de 7kn hacia nuestro destino:

Estuvimos haciendo ejercicios de posicionamiento en la carta. Tomamos una recta de altura del sol, a la hora del paso del sol por el meridiano superior del lugar, y pasamos la mañana bastante entretenidos.

Sobre las 15:00 sacamos la comida y comimos algo, cada uno sentado donde podía y con el plato en la mano, ya que con el oleaje se caía todo.

Al principio nos íbamos turnando a la caña, pero poco a poco el viento fue arreciando, y después de un pare de guiñadas, al final Alfonso se puso al timón:

Al final, decidimos entrar a puerto en Blanes, ya que el viento seguía subiendo y las rachas ya pasaban de los 30kn. Al entrar a puerto nos hicieron esperar a que entrase primero otro barco, y nos quedamos los dos barcos dando vueltas dentro del espigón con fuertes rachas, algunas de 40kn, al final decidimos entrar nosotros primeros ya que los del otro barco no sabían a donde dirigirse.

Como estaba en horas no tenían amarre de cortesía y si nos queríamos quedar a pasar la noche teníamos que abarloarnos en la gasolinera. Al final, en vista de que el viento no amainaba decidimos quedarnos.

Dimos un paseo por Blanes, y buscamos un buen sitio para cenar. Después de cenar se fueron a tomar unos GynTonics, y yo como soy abstemio y estaba cansado me retiré a descansar al barco.

Al día siguiente nos despertó el marinero a las 06:15, ya que le dimos ordenes de que nos despertara temprano. El otro barco ya se había ido, el patrón, Alfonso estaba durmiendo en un camarote de popa, así que nosotros mismos arrancamos motor, desatracamos y empezamos la travesía de vuelta.

Pudimos disfrutar de un nuevo amanecer en el mar:

Al principio, na había apenas viento, pero si quedaba un incómodo mar de fondo, por el viento del día anterior.

Poco a poco el viento fue subiendo, y al final decidimos sacar velas. Al parar el motor enseguida apareció Alfonso para ver si había algún problema, pero se quedó tranquilo al ver que todo estaba bajo control.

El viento nos venía justo de frente, por lo que nos pusimos a dar bordos como locos, ciñendo a rabiar (que mal ciñe el bavaria) aunque avanzábamos muy poco:

Después de unos cuantos bordos decidimos volver a arrancar motor, y terminar la travesía a motor, lo que nos permitió llegar a BCN a la hora de comer.