Nos despertamos sobre las 09:00, la almiranta seguía con un humor de perros, se fue a dar un paseo y compró unas ensaimadas, desayunamos y no tardamos mucho en zarpar.
Navegamos durante toda la mañana y sobre las 14:00h llegamos a la cala de Portals Vells, donde fondeamos y nos dimos nuestro primer bañito en una hermosa cala de Mallorca. Nada mas fondear, en esa arena blanca con aguas cristalinas, una multitud de peces nos vino a recibir, y les dimos las gracias, dándoles de comer trocitos de pan, patatas, galletas...etc. Las grumetillas pudieron disfrutar de bañarse y bucear rodeadas de peces... estaban alucinadas, y nos acercamos a la costa rocosa para explorar una pequeña cueva. La almiranta parecía no disfrutar de la magia del lugar, se quedó sola en el barco, no quería bañarse, no quería bajar a tierra, no quería hacer nada... su mal humor y sus malas vibraciones estropeaban la magia del lugar... en fin, que le vamos a hacer, sólo podía ignorarla y tratar de disfrutar con las grumetillas que si que apreciaban la magia del momento.
Navegamos durante toda la mañana y sobre las 14:00h llegamos a la cala de Portals Vells, donde fondeamos y nos dimos nuestro primer bañito en una hermosa cala de Mallorca. Nada mas fondear, en esa arena blanca con aguas cristalinas, una multitud de peces nos vino a recibir, y les dimos las gracias, dándoles de comer trocitos de pan, patatas, galletas...etc. Las grumetillas pudieron disfrutar de bañarse y bucear rodeadas de peces... estaban alucinadas, y nos acercamos a la costa rocosa para explorar una pequeña cueva. La almiranta parecía no disfrutar de la magia del lugar, se quedó sola en el barco, no quería bañarse, no quería bajar a tierra, no quería hacer nada... su mal humor y sus malas vibraciones estropeaban la magia del lugar... en fin, que le vamos a hacer, sólo podía ignorarla y tratar de disfrutar con las grumetillas que si que apreciaban la magia del momento.
Estuvimos unas dos horitas fondeados, bañándonos, y buceando, y a la hora de comer decidí levar ancla y comer navegando. Tenía reservado amarre en el Club Náutico de S'Arenal, un sitio un poco caro (54€), pero que me decidí por él porque tenía una hermosa piscina, donde refrescarnos y pasar la tarde.
Cruzamos la bahía de palma desde Portals Vells a S'Arenal navegando a vela, con viento del través. Como siempre me toco prepararles la comida a las grumetillas, les hice un poco de pasta hervida con una latita de atún, y unas hamburguesas. La almiranta como de costumbre, no tenía ganas de comer... bueno, no tenía ganas de nada. El caso es que comimos, y las grumetillas descansaron un rato mientras navegábamos.
Poco antes de llegar a puerto una enorme motora que venía en rumbo de colisión, se desvió en el último momento pasando a escasos metros de nuestro pequeño velero, y zarandeándonos de mala manera con sus enormes olas. En la parte de arriba del yate iban dos alemanes enormes con una tía que se me quedaron mirando, y no tuve más remedio que saludarles, levantando el dedo de en medio de la mano derecha. Los alemanes al recibir mi saludo frenaron la lancha en seco delante mío en tono amenazante, yo me los quedé mirando y les aplaudí y señalé a la grumetilla que iba durmiendo en la bañera y casi se cae por culpa de las olas... finalmente los alemanes lo entendieron y siguieron su camino.
Finalmente llegamos a puerto, amarramos y las niñas se fueron directas a la piscina. Nos dimos un bañito, y enseguida la almiranta y la Lidia se fueron a dar un paseo, mientras que yo me quedé con la pequeña Anna en la piscina, hasta que volvieron. Nos fuimos a las duchas, nos aseamos y nos vestimos para ir a dar un paseo y cenar algo.
El paseo marítimo de S'Arenal era un sitio totalmente dedicado a los turistas Alemanes e Ingleses, algo parecido a Lloret de Mar, con ofertas de bebidas alcohólicas y comida. Por todos lados había grupos de 'guiris' borrachos... vamos que no era muy bonito.
Después de discutir varias opciones de restaurantes donde cenar, finalmente ganaron las grumetillas y cenamos en el McDonald’s. Después de cenar, las grumetillas se tomaron un helado, y la almiranta se tomó un mohito, y nos volvimos al puerto a descansar.
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