lunes, 19 de agosto de 2013

25/07/2013 CABRERA - COLONIA SANT JORDI (12nm a vela):





Esa noche dormimos plácidamente y nos despertamos pasadas las 09:30h. Lo primero un bañito, lo siguiente un desayuno, luego otro bañito, y finalmente a media mañana volvimos a coger la auxiliar para hacer una excursión por la isla. Nos habían comentado una ruta que iba a un museo (cerrado), y al monumento a los franceses:



Después del paseo nos acercamos a la playa, y nos dimos un bañito. Increíble la de peces que habían, incluso unos peces enormes que parecían lubinas se paseaban tranquilamente entre los bañistas... esto solo puede pasar en Cabrera!!




Después del  bañito cogimos la auxiliar y volvimos al muelle, donde tomamos algo en la cantina, y volví a subir  al castillo, que era el único lugar donde mi móvil tenía cobertura de datos...
Al cabo de un rato volvimos al barco a comer, y a darnos el último bañito antes de recoger, la estancia en el paraíso llegaba su fin. Teníamos que proseguir nuestro camino, además tenía reservado amarre para esa noche en la Colonia Sant Jordi.

Lo mejor de nuestra estancia en Cabrera era que parecía que la magia del lugar había embriagado a la almiranta y había vencido a su mal humor... por lo menos por unos días, así que dejamos todos la isla con las pilas cargadas de buenas vibraciones.

Dejamos nuestra boya sobre las 15:30, después de 24h en el paraíso, y pusimos rumbo a la Colonia Sant Jordi. Esa tarde el viento empezó a soplar, y nos permitió navegar a vela hasta nuestro nuevo destino, lo malo sería que el  mismo viento que nos ayudo ese día nos estropearía los días siguientes.



Llegamos a la Colonia Sant Jordi sobre las 18:00h, nos pegamos una ducha, y nos fuimos a pasear por el pueblo.
Recorrimos todo el pueblo buscando el lugar elegido para cenar. Paramos a tomar algo en una terracita, y finalmente nos decidimos en comprar unos entrecots y una ensalada en el súper, y cenar como dios manda, pero en el barco, así no gastábamos tanto dinero.
Volvimos al barco y la almiranta, que estaba de buen humor preparó la cena. La idea era ir a tomar un helado después de cenar, pero las grumetillas estaban cansadas, y se quisieron quedar viendo una peli en el portátil, así que fuimos la almiranta y yo a dar un paseo y tomar algo antes de irnos a dormir.

 

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