Al día siguiente nos despertamos desayunamos, la almiranta fue a comprar hielo y algo de fruta, y zarpamos en seguida. Fuera de la cala pudimos ver que el viento había bajado bastante, pero de todos modos, había quedado bastante mar de fondo. El plan era fondear en cala mondragó, nos acercamos, pero no era buena idea fondear con ese mar de fondo, así que decidimos fondear en portopetro.
Mientras navegábamos se me ocurrió grabar un video, del mar que estaba movidito, nada del otro mundo, pero estaba movido, en eso que nos cruzamos con otro yate de un desaprensivo, y nos pasó tan cerca que la ola que creaba nos barrió la cubierta, con tan mala suerte que nos entró por la escotilla de proa, que llevábamos abierta por que el calor era insoportable.
Al llegar a portopetro y ver como se movían los palos de los veleros fondeados, cambié de idea, llamé por teléfono a marina Cala d'Or y cogimos amarre para dos noches. De esta manera si la almiranta quería podía ir a dormir al hotel. Nos dieron un amarre al fondo del todo de la marina. El barco estaba completamente quieto, y como estaba al final, no había transito. Una vez amarrados, nos fuimos a dar un paseo por Cala d'Or. A las grumetillas les encantó, estaba lleno de tiendas de ropa y de suvenires, y restaurantes y bares por todos lados. Todas las terrazas llenas de gente consumiendo... vamos un sitio turístico al 100% pero de gente de pasta, nada de jóvenes borrachos.
Después de pasear nos decidimos a comer en el Burguer King, ya que así las grumetillas comen, y de paso aprovechamos unos descuentos que teníamos, y no gastamos tanto dinero. Después de comer, volvimos al barco, cogimos las cosas de la playa y pasamos la tarde en una de las calas de Cala D’Or. Las grumetillas y yo lo pasamos genial bañándonos, tirándonos desde las plataformas, y sobre todo de una que tenía un pequeño trampolín.
Le pregunté a la almiranta si quería dormir en el hotel, y me dijo que no, que ya habíamos pagado el amarre, así que dormía en puerto. Finamente nos volvimos al puerto a cenar al barco y ducharnos para salir a dar una vuelta. La almiranta cogió toda la ropa que se había mojado con la ola que había entrado y se fue a la lavandería, yo les preparé la cena a las grumetillas, y viendo que la almiranta no volvía la fui a buscar, y estaba esperando a que terminase la lavadora para poner la ropa en la secadora, mientras terminaba cenamos algo, y puso la secadora... esta tardaba 40minutos mas, así que dimos una vuelta por el puerto viendo los mega yates de Cala d'Or. Al final volvimos recogimos la ropa de la secadora, y volvimos al centro del pueblo de Cala d'Or a tomar un helado antes de irnos a dormir.
El día siguiente lo pasamos también en Cala d'Or, más de lo mismo: paseo, tiendas, baño por la mañana en la cala, comida en restaurante, otro paseo, siesta en la cala y otro bañito de tarde, otro paseo y de vuelta al barco cena, ducha, y vuelta al pueblo a pasear y tomar otro helado... buff que vida más dura.
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