lunes, 19 de agosto de 2013

30/07/2013 PORTOCOLOM - CALA MAGRANER -PORTOCRISTO (10nm)



Ese día la almiranta se levantó de buen humor, al parecer poco a poco se iba acostumbrando a la 'vida' en el barco. Como de costumbre desayunamos, recogimos todo y zarpamos temprano. Teníamos reservado amarre para esa noche en Porto Cristo, y de camino pararíamos a pasar el día en alguna cala. Como ese día soplaba un poco de viento del Nord-Este, busqué en la carta una cala protegida, y elegí Cala Magraner. Pusimos rumbo a la cala y en una horita más o menos llegamos. Pese a estar al abrigo de los vientos del NE, las olas entraban y los barcos que veíamos fondeados se movían bastante. Igualmente busqué un sitio cerca de la cala y fondeamos.



Me tiré al agua para asegurar el ancla, y al subir me di cuenta de que el fondeo no sería cómodo por culpa de las olas, por lo que decidimos ir a la cala con la auxiliar. La cala me decepcionó bastante, ya que en el fondo del fondeo veíamos el agua transparente y la arena blanca, pero al llegar a la cala vimos que no había arena sino piedras, por lo que era un poco incomodo andar y tumbarte a tomar el sol. A pesar de ello, la cala tenía su encanto, ya que se veía una cala salvaje, de difícil acceso, por lo que estábamos prácticamente solos.
Pasamos la mañana en la cala, tomando el sol, bañándonos y buceando. A la hora de comer fuimos al barco, pero seguía balanceado por las olas, por lo que sería bastante incómodo cocinar y comer en el barco, por lo que decidimos levantar el fondeo e ir a comer a Porto Cristo.




Estábamos bastante cerca del puerto por lo que llegamos en menos de una hora. Llamamos por radio y nos indicaron el amarre, donde un marinero nos ayudó a amarrar. Estuvimos charlando un rato con los vecinos de amarre, una pareja de Barcelona, con un Bavaria 33, que reconoció mi barco del relato en LTP de la travesía del año pasado por la Costa Brava.
Recogimos un poco el barco y nos fuimos a comer algo, a un Burguer King que había al lado del puerto, y después de comer me fui con las grumetillas a bañarnos a la playa, mientras la almiranta se iba a pasear y ver tiendas.




Pasamos la tarde en la playa, y sobre las 19:30 nos volvimos al puerto, donde nos duchamos y nos vestimos para ir a dar un paseo y tomar algo. Estuvimos viendo tiendas de suvenires, y al final volvimos al barco a
cenar. Después de cenar fuimos a dar un paseo, pero la mayoría de los bares estaban ya cerrados...




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