La noche también fue tranquila, sin novedad en las guardias,
y al amanecer pudimos ver a proa, una masa de nubes en las que se ocultaba la
isla de Mallorca. Poco a poco nos fuimos acercando y la isla apareció bajo un
cielo nublado.
En principio teníamos puesto rumbo a Soller, pero como
llegamos a primera hora de la mañana, cambiamos el rumbo y nos dirigimos a la
cala Sa Calobra, haciendo un total de 95
millas de travesía.
Al llegar nos quedamos maravillados de la belleza del lugar.
Una hermosa cala, en una pequeña bahía entre unos imponentes acantilados…
precioso… además el mar estaba en calma total, por lo que fondeamos y pasamos
ahí el día. Como siempre al fondear, me tiré al agua y me aseguré de que el
ancla estuviera bien clavado en la arena, y estuvimos un rato buceando por la
cala.
Montamos la auxiliar, y fuimos al embarcadero, para pasear
un poco por el pueblo y visitar la cala en Es Torrent, pasando por unos túneles
entre las rocas, que nos ofrecieron imágenes como estas:
Al atardecer teníamos pensado ir a Soller a pasar la noche,
pero viendo la calma que había en el mar, y lo tranquilos que estábamos en la
cala decidimos pasar nuestra primera noche fondeados en la cala.
Puse la aplicación de la alarma de garreo en el móvil y nos fuimos
a dormir tranquilamente.
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