Amanecimos y enseguida nos dimos cuenta de que hacía bastante
viento y mala mar. Ya conocíamos la previsión para ese dia, y teniendo en
cuenta que la previsió era que la cosa empeorase, decidimos zarpar temprano. Pudimos
ver que otros barcos que tenían que zarpar se lo estaban pensando, pero
nosotros nos armamos de valor y decidimos salir. Teniamos una travesía corta,
de apenas 10 millas, con el viento y el mar del través, un mal comienzo para
nuestra nueva tripulante, Montse.
El caso es que la hicimos la travesía sin problema, y en un
par de horas llegamos a PortoColom, donde teníamos reservado amarre (PortsIB)
para un par de noches, donde estaríamos resguardados del mal tiempo.
Después de amarrar nos fuimos a tomar algo, y a dar una y
comprar pan para hacer unos bocadillos.
Nos fuimos andando a la
playa que había en el otro lado de la bahía, donde comimos unos bocadillos y
nos bañamos, aunque estuvimos poco rato ya que a las mujeres no les gustó esa
playa.
Por la tarde volvimos al puerto, nos duchamos y nos pasamos
la tarde en el bar del pueblo, una especie de ‘casal’, donde nos hartamos de beber
cañas y jugar al dominó. Antes de que cerraran las tiendas nos fuimos
camionando hasta el Eroski a comprar algo de cena y una botella de Mojito y
otra de Hierbas de Mallorca para pasar la noche.
De camino al barco me di cuenta de que un Furia que había
fondeado en boya cerca del paseo era el Miravent, conocido de las
concentraciones de barcos Furia, y estuve charlando con él un rato, cuando por
cierto se me cayó la botella de mojito de la bolsa y tuve que volver al super a
comprar otra antes de que cerraran. Total que volvimos al barco, cenamos y
estuvimos tomando algo tranquilamente.
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