Atlantis está en la parte sur de la isla de Ibiza, por lo
que la travesía fue un poco larga. Salimos de San Antonio y pusimos rumbo a
pasar entre la isla conejera y la isla des Bosc. Al acercarnos a las islas
vimos la cala des Bosc, con un montón de barcos fondeados y pensamos que
podíamos pasar entre la illa des Bosc y la cala, pero hay una escollera
natural, con muy poca sonda, y pregunté a un velero que había fondeado y me
dijo que no pasara por ahí, que diera la vuelta a la isla des Bosc y pasara por
detrás, así que después de ver la preciosa cala seguimos nuestro camino.
Poco a poco nos fuimos acercando a la Isla de Es Vedrà,
Montse quería ir a ver la isla, pero al mirar por Internet vimos que era un
parque natural y que se necesitaba permiso de fondeo. Así que seguimos rumbo a
Atlantis.
Al principio no lo encontrábamos, solo veíamos rocas, pero
al final vimos gente en las rocas y fuimos hacia ahí. La verdad es que nos
desilusionó bastante. Montse recordaba un lugar precioso, pero al llegar nos
encontramos un montón de rocas, sin ninguna protección del viento y las olas, y
Hippies en pelotas… En fin, habíamos hecho unas cuantas millas para llegar
hasta ahí, así que fondeamos. Yo como siempre después de fondear me tiré al
agua a revisar el ancla, y me fui nadando hacia las rocas. A medio camino noté
como si algo me quemara en el brazo. Me paré, me di media vuelta, y otra vez en
el otro brazo. Mierda!!! Medusas!!!! Volví nadando al barco y salí rápidamente del
agua. Al fijarnos nos dimos cuenta que estaba lleno de medusas pequeñas negras
con muy mala pinta… el resultado de sus picadas en mis brazos:
De vuelta en el barco nos dimos cuenta de que el barco se
movía mucho, ahí no nos podíamos quedar a comer, encima sin podernos bañar por
culpa de las medusas así que decidimos buscar otro sitio. Al principio pensamos
seguir hacia el Sur, rumbo a cala Llentrisca, pero como quedaba muy lejos y por
la tarde teníamos que volver, decidimos dar media vuelta e ir a comer cala
Vadella. Estabamos tan al sur que se veía la isla de Formentera!!!
Antes de llegar a nuestro destino el piloto automático se volvió a
estropear, además al ir a fondear, al bajar de revoluciones el motor, se nos
paró y no quiso volver a arrancar! Lo hace a menudo cuando está caliente, que
al bajar las revoluciones queda el ralentí muy bajo y se para… En fin, con la
arrancada que llevábamos, buscamos un clarito de arena entre el campo de boyas
de cala Vadella y echamos el ancla.
Comimos tranquilamente, y pudimos ver como ahí también había
medusas, y vimos como picaban a unos chavales que iban en un patín de playa.
Después de comer me pude a arreglar el piloto automático. Pensando
en la travesía de vuelta, pensé que tenía que arreglarlo bien, así que lo volví
a desmontar y esta vez, al montarlo añadí una gota de pegamento de pvc a la
pieza que se sale del eje, con la intención de fijarla al eje y que no se
volviese a salir. Al parecer fue una buena idea, ya que el piloto de momento no
ha vuelto a fallar.
Zarpamos sobre las 17:00 horas de vuelta a San Antonio,
probamos el piloto automático, y como había viento decidimos navegar un rato a
vela. Al rato el Marc me avisa de que se acerca una enorme motora con claro
rumbo de colisión, le digo que tranquilo que ya se apartará, que tenemos
preferencia por ir a vela. Pero no, la motora no se apartó, me tuve que apartar
yo en el último momento, y darles recuerdos a la madre que los parió a todos
los que iban a bordo de la motora… en fin… lo de siempre…
Pasamos la isla Conejera, y le hicimos unas fotos al enorme
yate que había fondeado:
En la bahía de San Antonio vimos algo curioso, una barquita
de estas de alquiler sin título, dando vueltas sin nadie a bordo, y un
individuo intentando subir cada vez que la barca pasaba por su lado, con el
peligro que supone la hélice del motor… vaya espectáculo… unas motos acuáticas
también lo vieron y se acercaron a ayudar, pero antes de que llegaran el
individuo logró subir a la barca en marcha… en fin… que peligro.
Llegamos a San Antonio pasadas las 19:00h, y nos fuimos a
tomar unas cañas antes de ducharnos. Ese día nuestros amigos tuvieron una
pequeña discusión doméstica, y Marc no quiso venir a cenar con nosotros. Así
que nos fuimos los tres a cenar, y a dar una vuelta por San Antonio. A Montse
no le gustó, ya que estaba lleno de guiris borrachos, por lo que la acompañamos
al barco, y yo me fui con Mónica a acabar el día tomando una ‘pinta’ de cerveza
a un pub irlandés:
Buen relato Franc, mal rollo con calado el paso entre el Bosc e Ibiza, hay que pasar entre Bosc y Conillera siempre! Un abrazo!
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