Esa noche sopló de verdad, y a pesar de lo refugiada que está
la cala, las olas entraban en la cala. Yo tenía puesta la alarma de garreo, y
el barco no se desplazó mas de 5m del sitio, pero eso si, se movía como una
coctelera toda la noche… casi me caía de la cama…
Por la mañana empezó a llover, hacía un día de perros, olas,
viento, lluvia… por lo que en cuanto el resto de la tripulación se despertó,
decidimos zarpar y buscar refugio en Cala d’Or o PortoPetro. Levantamos el
fondeo y salimos del refugio de la cala, el viento nos venia de aleta, y las
olas casi del través, por suerte Cala d’Or está a solo 1,5millas. Entramos en
Cala d’Or ya que teníamos que rellenar de combustible, y pedimos si tenían
amarres, y nos dijeron que sí, por lo que decidimos quedarnos en Cala d’Or que
tiene mucha mas vida que PortoPetro. Como llovía no repostamos combustible y
nos fuimos directamente al amarre. Nos atendió el mismo marinero que el año
anterior, un simpático argentino mayorcito. Una vez amarrados aprovechamos para
usar la lavandería y ducharnos y asearnos como dios manda.
Al mediodía dejó de llover y nos fuimos a comer a un
restaurante, después a comprar algo, y nos fuimos a pasear hasta Cala Egos:
Volvimos de cala Egos al anochecer, cenamos en el barco, y
después de cenar, Marc y Montse se quedaron en el barco, y yo me fui con Mónica
a tomar algo, y escuchar música en directo en un pub irlandés.
Nos acostamos cerca de las 02:00h pensando en la travesía
del día siguiente… Nos vamos para Ibiza!!!!
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