La travesía nocturna fue bastante bien. Salimos con bastante
viento que como siempre nos venía de cara. Como no nos daba para ceñir, y la
tripulación es inexperta, decidi tirar de motor con la mayor. Así que
repartimos las guardias, preparamos el chaleco con arnes y dejamos que el
piloto automático nos llevara de vuelta a Mallorca. Poco a poco el viento fue bajando,
y amanecimos con calma total.
Era demasiado temprano para entrar a puerto por lo que decidí
quitarle un poco de marcha al motor y seguir despacito rumbo a Portocristo. A
medida que nos acercábamos el viento empezó a subir, y al llegar a Portocristo,
sobre las 09:00 A.M. ya había algo de mar formada. De hecho el parte era
bastante malo para un par de días, por lo que nos metimos en puerto (Otra reserva
de PortsIB) y nos fuimos a desayunar tranquilamente.
A media mañana Marc y yo nos fuimos a la playa y Mónica se fue
a Palma con su padre a buscar a Montse que llegaba sobre las 16:00.
Ese día nos lo pasamos tirados en la playa de Portocristo,
donde pudimos ver salir a Rafa Nadal con su yate (según me comentó un
lugareño).
Por la tarde llegaron Mónica y Montse, y al volver al barco
teníamos un nuevo vecino de amarre. Mi mujer me comentó que no se que problema había
tenido con el nuevo vecino, que tuvo que separar nuestro barco ¿? El caso es
que al cabo de un rato aparece el propietario del barco en su bañera y me puse
a charlar con el. Me gusto bastante su barco, creo que era un Westerly 43 Ocean
C.C.
La verdad es que era precioso, y le pedí si me lo podía
enseñar, el hombre accedió encantado y me estuvo enseñando el barco, comentándome
las maravillas de su diseño, que si tenia doble casco y era insumergible…. Etc.
Al enseñarme la mesa de cartas, me enseña su portátil y la guía Imray de
Baleares, y me dice que ese es su trabajo. Le dije que no entendía a que se
refería, y coje la guía Imray y me dice que es su trabajo, que él es quien la
escribe, me enseña el nombre y era Graham Hutt!!!! Vaya trabajo… que bien vive
el hombre… ya me gustaría a mi… en fin, para mi fue un placer conocerlo.
Pues nada, nos duchamos, nos arreglamos un poco y nos fuimos
a celebrar que ya estábamos todos, cenando en un restaurante al final del paseo
Maritimo de Porto Cristo.
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